Desde mi tierna infancia siempre hubo mucho amor a Jehova, y a su palabra, mi super héroe era Moisés, y el drama de Jehova libra a los que invocan su nombre, me lo se casi de memoria, y siempre que lo escucho y cierro mis ojos es como si lo estuviera viendo en mi mente. Pero platicando entre amigos, testigos, surgió el tema de que yo quería ser como Moisés por que era algo asi como que mi favorito. Ellos mencionaron a David, Daniel, Jeremias, Ruth. Y luego dijimos que como quien quisiéramos ser de las Escrituras Griegas Cristianas, y surgieron nombres como Pablo, Timoteo, Pedro, Loyda, pero meditando me di cuenta que nadie de nosotros dijo que quería ser como Jesús, cuando en realidad el es nuestro dechado, nuestro modelo de como deberíamos esforzarnos por ser realmente. No le di mucha importancia para ese entonces, pero si quedo la espinita en mi mente.
Por otro lado con mi amigo Alexis, que para ese entonces era Anciano de Congregación, y ademas Precursor Regular. En una noche estuvimos platicando de que se me hacia difícil predicar por que sentía que dejar tratados o leer un versículo de la biblia, o dejar revistas, no era lo que Jesús había comisionado. Recuerdo que aunque el también no estaba tan convencido de que esa era la manera correcta, pero me invitaba, como buen anciano, a esperar cambios, me decía que el carro de Jehova se movía muy rápido y que venían algunos cambios. Pero no lo veía muy convencido. Así que lo invite a predicar solo con la Biblia, sin ayuda de publicaciones, como si nos preparáramos para la Gran Tribulación, que no podríamos predicar como estábamos acostumbrados. Lo hice así por algún tiempo, pero no era muy bien visto (especialmente en la ultima congregación que estuve) y máxime que como Siervo Ministerial que casi siempre me tocaba la parte de como ofrecer las revistas. Pero ese método no era muy de mi agrado.
Ahondando en ese tema, me molestaba que las revistas se tenían que presentar de la manera que decía el ministerio, recuerdo una reunión donde dije que lo que decía el ministerio era una muestra pero que no debía ser palabra por palabra, y al terminar la reunión me abordo el anciano para decirme que si el esclavo lo había puesto así, es por que así se tenia que decir, palabra por palabra. Eso me parecía como que estaban entrenando como robots colocadores de revistas, publicadores mas bien que predicadores.
En una ocasión (no recuerdo si ya lo mencione, pero aquí lo incluyo como algo que me ayudo también) salieron los dos ancianos a discursar, ya tenían arreglos, así que yo me quede a cargo de la reunión, y después del discurso publico, les dije que entonces dábamos comienzo al estudio de la biblia por medio de la revista la atalaya, así siempre lo dije y he escuchado a muchos que así lo dicen. Después de la reunión, estaba comiendo en un restaurante con mi familia, cuando recibí un mensaje de texto del anciano coordinador, preguntándome por que había dicho estudio de la Biblia por medio de la revista la atalaya, y le dije que así había escuchado a otros decirlo, incluso un superintendente de circuito había dicho que la atalaya era un medio para estudiar la biblia y no al revés. Me pregunto que como nos ensenaba mama que lo dijéramos (mama-organización) le dije que si en realidad importaba tanto, al fin y al cabo era la Biblia la única que había sido inspirada por Dios, se molesto y me envió una foto del tratadito amarillo que se usa para invitar a las reuniones, y me dijo que mama quería que se dijera ESTUDIO DE LA REVISTA ATALAYA. Pudiera parecer una sencillez, quizá hasta algo estúpido, pero eso me molesto mucho por que mas que darle a la Biblia la autoridad quería que quedara claro que era al esclavo, a la organización, que había inspirado a escribir la revista.
Luego la gota que colmo el vaso, el tratado donde hallar respuestas a las grandes cuestiones de la vida? mas que ser como aquellos tratados que te llevaban a la biblia y te hacían razonar, este era diferente, este era una propaganda, marketing, toda la gloria para el sitio de Internet jw.
Me sentí como parte de un plan para quitarle la Gloria a Jehova, a la Biblia y dárselo a una organización, que para entonces respetaba mucho, pero que no se me hacia correcto ponerla por encima de Dios mismo. Estaba pensando en renunciar al privilegio de ministerial, pero aun no estaba listo para enfrentarme al monstruo de la organización, sabia que eso podía hacer que me expulsaran del pueblo organizado de Dios en la tierra, y aunque no estaba de acuerdo en muchas cosas, pero pues era preferible seguir ahí a ser como Core, Datan y Abiram, ser un rebelde.
Recuerdo que le pedí a Jehova que me ayudara a sobreponerme a ese sentimiento, y le rogué que si estaba mal, que me ayudara a darme cuenta, que si estaba siendo rebelde contra El, que me corrigiera, pero si de verdad era algo que lo ofendiera con la organización, que me ayudara a verlo claramente, que mi amor por El era lo mas grande, y que me rendía a El para que el me guiara (En esa semana me había tocado dar un Discurso que trataba sobre el Salmo 26) lo invite a que me escudriñara, me probara, examinara y juzgara, y si lo necesitaba que me mostrara el camino correcto.
Su respuesta no tardo en llegar, pero sera tema de la siguiente entrada.